Verano 2025

”Be a Volunteer” en la Finca El Tejar

Con esta frase, invitamos en la plataforma en línea HelpX y en nuestra página web bajo el título »Cooperación“ a las personas interesadas a vivir y trabajar con nosotros durante un tiempo. Anfitriones (hosts) y voluntarios (helpers) de todo el mundo pueden registrarse en HelpX y crear allí su perfil. Los ayudantes cuentan un poco sobre ellos mismos, sus motivacións, intereses, habilidades y experiencias. Los anfitriones describen su ubicación, el tipo y número de horas de ayuda que desearían y lo que ofrecen a cambio a los ayudantes. Una función de filtro permite tanto a los anfitriones como a los ayudantes encontrar lo que buscan, por ejemplo, el país de viaje o de origen, el tipo de proyecto del anfitrión (granja, vida comunitaria, proyecto educativo, hogar privado…), viajar solo o en pareja y mucho más. De este modo, quienes encajan pueden encontrarse. Ambas partes pueden buscar activamente en el sitio y escribir a los candidatos adecuados.

En nuestro caso los voluntarios asumen tareas en la finca, participan en tareas de limpieza y cocina y reciben a cambio alojamiento y comida gratis. También tienen la oportunidad de participar en las clases de TaiChi y yoga tal como participar en el satsang en nuestro Centro de Yoga de Marbella, así como en nuestras meditaciones de paz. Esto permite a los voluntarios conocer nuestra comunidad y su diversidad, experimentar la vida cotidiana en la finca, y a nosotros conocerlos a ellos y sus historias.

En los últimos meses, entre noviembre y marzo, 6 voluntarios han estado con nosotros uno tras otro y hemos escuchado las historias muy interesantes! Desde la travesía de un glaciar en el Himalaya, una ceremonia de boda alternativa en Háwai, la vida cotidiana en una estación polar en la Antártida, el mantenimiento de un parque nacional en las Tierras Altas escocesas, reportajes de viajes por rutas de senderismo de larga distancia y la ruta de peregrinación a Santiago de Compostela.

Hubo relatos sobre otras comunidades, granjas ecológicas y proyectos de permacultura. Hablamos de nuestro huerto, intercambiamos métodos de jardinería y recopilamos ideas. Escuchamos historias de vida personales y conocimos trayectorias interesantes y valientes. El inglés suele ser la lengua en común.

Celebramos juntos Navidad y Nochevieja, y nuestros visitantes voluntarios participaron con entusiasmo en el programa variado del cumpleaños de Labaoananda, la guìa espiritual de nuestra comunidad, y nos dieron mucha alegria! También pudieron participar en una cabaña de sudor.

En una iniciativa conjunta limpiamos el arroyo y sus orillas. Tras las fuertes lluvias del invierno pasado, había una auténtica jungla de plantas y árboles arrastrados por el agua, el viento y el agua. También se recogió mucha basura. Y nuestros voluntarios también participaron.

Algunos de los voluntarios disfrutaron mucho siendo creativos y dedicaron su tiempo libre y sus tardes a construir cajas para murciélagos, por ejemplo. Marina, de Francia, nos explicó y enseñó a hacer cestas con material que crece en la finca.

Cuando surgió la oportunidad, Labaoananda hizo posible que los voluntarios participaran en algunas sesiones de ejercicios en nuestro Centro de Yoga de Marbella. Los ejercicios de Hatha yoga, cuidado de la fascia y contemplación fueron traducidos  algunas veces al francés y otras al inglés. ¡Una oportunidad especial para nuestros voluntarios!

Y ¡cuánto se ha hecho en el jardín con la ayuda de los voluntarios! Con una paciencia infinita lucharon contra la grama y la eliminaron profundamente. Plantaron un campo de patatas, sembraron abono verde y plantaron verduras de invierno como lechugas, cebollas, ajos e hinojo. Cortaron las ramas secas de los cítricos.

Un hito especial fue la plantación de árboles en la parte de la finca que llamamos «Pequeño Ojén». En primer lugar, hubo que repartir más de 100 metros de manguera para proporcionar una conexión de agua para el riego. Después se limpiaron las zarzas y se distribuyeron más de 70 árboles jóvenes, que se plantaron con compost y se regaron a mano. Luego hubo que volver a colocar mangueras, líneas de riego en los distintos niveles y, por último, goteros en cada árbol. Este trabajo llevó varias semanas y no podríamos haberlo hecho sin la ayuda de los voluntarios.

¿Qué se llevaron los voluntarios de su estancia con nosotros? Nos dijeron que se sentían como en casa con todos nosotros. La finca es un lugar acogedor y es agradable conocer y experimentar una comunidad espiritual como la nuestra. Habían aprendido mucho en varias áreas y les gustaría volver alguna vez – ¡estaríamos encantados!

Hemos pasado juntos un tiempo maravilloso, enriquecedor, inspirador y productivo, y estamos entusiasmados y deseando ver lo que está por venir.